Debido a la gran curiosidad de los niños y su tendencia a investigar todo y llevárselo a la boca, la ingesta de cuerpos extraños es muy frecuente. Habitualmente se trata de monedas, pilas, canicas, piezas pequeñas de juguetes, aunque en ocasiones puede tratarse de objetos más peligroso o punzantes, como alfileres e imperdibles, etc.
Todo depende del objeto ingerido y de la localización de éste. Cuando queda alojado en el esófago se produce un aumento de la salivación, dolor e incluso puede llegar a aparecer una perforación esofágica con rotura de la mucosa y una infección.
Aunque también podemos tener la suerte de que se produzca el vómito del objeto. Cuando el objeto extraño ha llegado al estómago e intestino, éste va progresando, habitualmente sin problemas, siendo expulsado en la mayoría de los casos en unas veinticuatro o cuarenta y ocho horas. Si el tránsito del objeto es más lento, expulsándose al cabo de una semana, puede ser necesario llevar a cabo un seguimiento radiológico para localizar el objeto y controlar su progresión correcta y visualizarlo con la radiografía.
La complicación que puede aparecer una vez que el objeto ha pasado a la zona gastrointestinal, es que se produzca una perforación (rotura de la pared gastrointestinal), que sería el inicio de dolor abdominal, vómitos, fiebre, e incluso sangrado rectal; aunque en muy raras veces ocurre.
Cuando el objeto ingerido es una pila, es importante acelerar el tránsito gastrointestinal, para disminuir el tiempo de permanencia de la pila en el aparato digestivo y es necesario que se lleve a cabo un adecuado seguimiento médico. Porque aunque todas las pilas van recubiertas para aislar los agentes corrosivos que contienen, en caso de que entren en contacto directo podrían ocasionar quemaduras.
¿Cómo ayudar a mi bebé si tiene un cuerpo extraño en la boca?
La extracción de un cuerpo extraño en un lactante es así de fácil como a continuación lo explicamos. Se presiona el tórax del bebé con dos dedos, con una frecuencia de cinco veces. Después se le da la vuelta al niño golpeándole en la espalda otras cinco veces, con la palma de la mano y con golpes secos.
Ángeles Partido Domínguez aporta a este blog sus experiencias, consejos y sabiduría que están a su alcance, ya que es madre desde hace veintidós primaveras.
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