sábado, 30 de octubre de 2010

El coche y mi bebé



Son muchos los bebés que se ven implicado en un accidente de tráfico, y la incidencia va aumentando según incrementa la edad de nuestro hijo. La mayoría de estos accidentes se pueden evitar siempre que usemos un sistema de retención adecuado.
Ante un choque violento y de improvisto el cuerpo de un niño reacciona de manera diferente al de un adulto, y por lo tanto, precisa de unos sistemas de seguridad y de retención distintos.

Entre los tres y los diez años son muy frecuentes las hemorragias internas abdominales y en los menores de dos años es muy común las fracturas cervicales. Por eso es importante colocar al niño en sentido contrario al de la marcha, limitar el movimiento de la cabeza del niño y, elegir sistemas de retención que envuelvan por completo al niño para protegerlo mejor. Y siempre, todo niño menor de doce años debe usar un sistema de retención específico y que esté homologado.

Si el coche dispone de air-bag y la silla va en sentido contrario a la marcha, se debe colocar al niño en el asiento trasero para evitar complicaciones y para evitar la posibilidad de que el bebé muera por asfixia. Los padres debemos tener en cuenta que el asiento de atrás siempre es el más seguro, ya que si el adulto sale despedido hacia delante, la fuerza que se produce depende no sólo del peso del cuerpo sino también de su velocidad, y puede aplastar al niño.




Con respecto a esto los padre debemos saber que hay diferentes dispositivos de seguridad (cucos, asientos con ajuste de cinta y cojines elevadores), según la edad de nuestro pequeño de la casa.
Los asientos para niños que pesen menos de nueve kilos, deben colocarse en el asiento de atrás del coche, colocados en sentido contrario al de la marcha. Cuando nuestro hijo pese entre nueve y dieciocho kilos, los asientos deben estar dotados de sujeciones para el hombro, la cintura y la cadera y deben ir situados en el sentido de la marcha. Ya para los niños mayores se emplea los cinturones de seguridad del propio coche, salvo que no estén a la altura correcta y haga falta colocar un elevador para que la sujeción del hombro sea la correcta. Cada sistema de sujeción está homologado y a la hora de realizar su fijación se debe hacer mirando las indicaciones del fabricante.

Lo importante es no transportar nunca al niño en brazos, dar ejemplo siempre llevando el cinturón de seguridad puesto, y en caso de no disponer de un sistema de seguridad específico, usar el propio cinturón de seguridad del vehículo.









Fuentes:
htpp://www.mibebeyyo.com/bebes/cuidados/sillas-seguridad-instalación-4711
Ángeles Partido Domínguez aporta a este blog sus experiencias, consejos y sabiduría que están a su alcance, ya que es madre desde hace veintidós primaveras.



viernes, 29 de octubre de 2010

Cómo prevenir los accidentes


La causa más frecuente de muerte en la infancia son los accidentes, tanto los de tráficos como los domésticos, ya que casi siempre se producen de forma no prevista y muchos de ellos podrían haberse evitados si se hubieran tomado medidas preventivas adecuadas.

En los niños menores de un año la primera causa de muerte son las caídas, las quemaduras y los ahogamientos. Por ello los padres debemos prevenirlo de estos accidentes, estando siempre pendientes de ellos y no descuidándolos ni un solo momento, ya que con esta edad no ven el peligro que se les puede venir encima. Los niños tienen múltiples factores de riesgo para sufrir lesiones. Por ejemplo los niños entre uno y dos años están más expuestos a las caídas y a los ahogamientos, pues a esa edad sienten curiosidad por las cosas, son más activos, tienen deseo de explorar y no paran quietos ni un instante.

Sin embargo cuando nuestro hijo está en la etapa de la adolescencia debemos darles los consejos adecuadas para prevenir los accidentes de tráfico y los homicidios que son la primera causa de muerte en esta etapa de su vida. Ya que debido al ambiente más violento que observamos a nuestro alrededor, en los jóvenes ha ido disminuyendo las muertes de lesiones involuntarias, y han ido aumentando el número de lesiones voluntarias, como el suicidio, los accidentes por arma de fuego, etc.

La mayoría de estos accidentes se pueden evitar pero en ocasiones se junta una serie de factores, que al suceder a la vez provocan el desastre, bien porque el niño está al cuidado de otra persona que no son sus papás o porque están en un entorno distinto al que están acostumbrados, entre otros. Como padres que somos tenemos la responsabilidad de educarlos, de estar pendiente de ellos sobre todo en esa edad, debemos ser prudentes ante ellos porque intentan imitar nuestra conducta, por eso debemos tomar las medidas adecuadas como por ejemplo poner tapones de seguridad en los enchufes, alejar del alcance de nuestro pequeño los medicamentos y los agentes tóxicos, no debe haber armas de fuego en el hogar y educarles para que le tengan respeto al agua. Y en otra ocasiones, ser nosotros los propios responsables y concienciarnos de que no debemos beber alcohol si vamos a coger el coche y vamos a llevar a nuestro hijo en el vehículo; si nuestro niño es pequeño hay que comprar un asiento adecuado y colocarlo a la hora de transportarlo en el coche y si por el contrario nuestro hijo es mayor siempre debemos obligarle a usar el cinturón de seguridad.


En general, existen diferentes tipos de lesiones que podrían ser controladas y evitarse, como las causadas por vehículo a motor, las intoxicaciones, las quemaduras, la ingesta de cuerpos extraños, los ahogamientos y atragantamientos de los que hablaré más adelante.

Fuentes:
htto://www.mujerglobal.com/salud/como-evitar-los-accidentes-domésticos-con-bebes/
Ángeles Partido Domínguez aporta a este blog sus experiencias, consejos y sabiduría que están a su alcance, ya que es madre desde hace veintidós primaveras.

sábado, 23 de octubre de 2010

¿Por qué se rasca y tiene manchas rojas?

Cuando observemos que a nuestro pequeño le pica la piel y vemos que le salen una especie de manchas rojas, puede ser que estemos ante un brote de varicela. La varicela es una enfermedad infecciosa, de la familia de los herpes este virus es frecuente que aparezca en invierno y al inicio de la primavera.

Como toda enfermedad infecciosa se transmite por contacto, de persona a persona a través de secreciones nasales o por contacto con lesiones de la piel (si aún no están en fase de costra). Cuando las lesiones cutáneas (de la piel) están todas en fase de costra, los enfermos ya no son contagiosos y no hay por qué mantener el aislamiento.

Antes de que aparezcan éstas lesiones en la piel hay un proceso de incubación (hay unos síntomas que dan la cara a la persona que nos hacen pensar que está incubando la varicela) como un catarro leve asociado a la fiebre y el cansancio. Posteriormente aparece una erupción en la piel, es decir, zonas circulares enrojecidas y sobreelevadas en la piel que después se transforman en ampollas con un contenido blanquecino en su interior. Poco a poco se van secando y se va formando una costra hasta que desaparecen, que pueden provocar una sobreinfección de las lesiones cutáneas por rascado y como consecuencia puede quedar cicatrices o marcas sí se rasca de forma habitual. Estas ampollas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo de nuestro pequeño, aunque es más habitual en zonas expuestas, como en el cuero cabelludo, axilas, detrás de las orejas, en el tronco, en los párpados y en la boca.

Es conveniente, que cuando descubramos que nuestro niño tiene varicela lo aislemos del resto de niños y de los adultos, que no hayan pasado la varicela hasta que ya no sea contagioso (fase de costra). Sobre todo evitar el contacto con niños recién nacidos, ya que pueden sufrir más complicaciones si se contagian. Una vez que uno ha padecido la varicela no hay problemas porque el cuerpo crea inmunidad y aunque se vuelva a tener contacto con otra persona enferma ya no se desarrolla la enfermedad. Sólo en ocasiones muy excepcionales el virus puede quedar oculto y puede reaparecer unos años después aunque de manera más suave y menos probable.

Con respecto a la varicela, no tenemos de qué preocuparnos suele ser una enfermedad leve, sólo se trata los síntomas como el picor de la piel, realizando un buen lavado de las lesiones cutáneas y aplicando polvos de talco para aliviar el picor. Sin embargo también existe la vacuna de la varicela, pero no se ha incorporado aún al calendario de vacunación. 




Fuentes:

Ángeles Partido Domínguez aporta a este blog sus experiencias, consejos y sabiduría que están a su alcance, ya que es madre desde hace veintidós primaveras.


Llora que llora

Si nuestro bebé suele llorar durante los primero meses de vida, la mayoría de las veces se puede deber a que nuestro pequeño sufra un problemas de gases. Esto ocurre de forma muy usual y natural en los bebés, y por eso no debemos preocuparnos.
Este problema se puede deber a los nervios a la hora de alimentarlo y por eso el llanto en ocasiones puede durar casi dos horas, si esto ocurre deberemos consultar a nuestro pediatra para que determine mejor la causa del llanto.
Estos gases se pueden producir cuando lo estemos alimentando, ya que es normal que trague aire mientras le damos el pecho o el biberón, por eso lo más aconsejable es dárselo sin prisas, de manera tranquila, sin nervios y no forzándolo, para así aliviar los gases de nuestro bebé.
Si decidimos darle el biberón deberemos hacerlo manteniendo el recipiente en posición vertical para que no entre aire en la tetina. 


















Si por el contrario le damos el pecho, hay que asegurarse de que el tamaño del agujero de la tetina sea el adecuado. Ya que si es demasiado grande, saldría gran cantidad de leche y el bebé podría atragantarse, y si es muy pequeña, el bebé tendrá que hacer un sobreesfuerzo en succionar, y por tanto tragará más aire.


Otro punto importante es que nuestro bebé eructe cada vez que lo alimentemos sino lo hace solo, le debemos ayudar aunque tampoco deberemos insistir porque en ocasiones no es necesario. La mejor postura para ayudarlo a eructar es tumbando al bebé boca abajo, sobre nuestras piernas dándole suaves golpes en la espalda o también sentándolo sobre nuestras piernas inclinándolo hacia delante o la más habitual aún, apoyando al bebé sobre nuestro pecho, en posición vertical con su cabeza a la altura de nuestro hombro dándole ligeras palmaditas, y el eructo saldrá. Si es propenso a los gases debemos provocarle el eructo tanto en mitad de la toma como al finalizar.



En el caso de que nuestro bebé sufra este tipo de problemas no hay un medicamento específico para su cura, pero podemos aliviarlo con unos remedios caseros, como masajes circulares en la tripa utilizando las dos manos siempre en el sentido de las agujas del reloj y sin el pañal puesto, cogerlo en brazos boca abajo con una mano en su tripa para darle calor y balancearlo despacito, ya que estos movimientos le aliviarán y por último, si el pediatra lo considera oportuno y siempre con su recomendación podemos darle algunas hierbas suaves a modo de infusión.
Con respecto a este problema no debemos ponernos nerviosos, es algo natural sabemos que nuestro bebé está sufriendo pero nosotros con nuestra paciencia y entusiasmo de padres somos los que debemos procurar calmarlo y conseguir su bienestar. Y ya saben queridos padres ante cualquier duda consultar al pediatra pero también le agradecería que si quieren contar sus experiencias, tienen dudas o saben algún remedio casero se pongan en contacto a través del blog, esperamos sus comentarios, muchas gracias y un saludo.


Fuentes:
http://www.bebesymas.com/lactancia/aliviar-los-gases-del-bebe

Ángeles Partido Domínguez aporta a este blog sus experiencias, consejos y sabiduría que están a su alcance, ya que es madre desde hace veintidós primaveras.


domingo, 17 de octubre de 2010

La frente de mi bebé está caliente





La fiebre es una de la enfermedades infecciosas más frecuente en los bebés y en los niños pequeños cuando atravesamos la consulta del pediatra. ¿Qué podemos hacer frente a esto?, ¿cuándo aparece?, ¿cómo se cura?. Por eso ha surgido este blog dónde los padres podemos consultar las preguntas que no sabemos resolver, para ayudarnos y darnos consejos mutuamente.

Nosotros, los padres consideramos la fiebre como una gran preocupación cuando ésta aparece en los más pequeños de la casa, cuando sólo significa que el organismo se está defendiendo contra una agresión. Aún cuando nuestros niños tengan una temperatura de 37ºC no debemos preocuparnos, ya que la temperatura corporal normal puede mantenerse en esos grados. Los médicos consideran que un niño tiene fiebre cuando la temperatura supera los 38ºC, y la podemos medir en diferentes partes del cuerpo, oral, axilar, ótica o rectal.





Por otro lado debemos tranquilizarnos cuando aparezca la fiebre porque no siempre significará que exista una infección. Aunque en la infancia la mayoría de las ocasiones se debe a un proceso infeccioso, y la fiebre es la encargada de la defensa del organismo. Las infecciones pueden aparecer a causa de un virus, una bacteria, un hongo o parásito según la parte del organismo que se vea afectada por la infección.

Otra causa por la que nuestro bebé puede tener fiebre es el pico de un diente que se asoma en su encía que puede ir acompañado de irritabilidad, disminución del apetito o incluso diarrea. Pero otras veces no se debe a esto y no es bastante con una simple exploración, sino que hace falta realizar ciertas pruebas complementarias para acercarse a un diagnóstico más exacto. Lo más importante en estos casos es la valoración del estado general del niño, la exploración física, la historia clínica, y en ocasiones datos orientativos del tipo de la infección. Según la edad del niño el diagnóstico y el tratamiento será distinto, pero lo primordial en todos los casos es precisar la infección bacteriana para darle un tratamiento rápido y eficaz.

Asimismo, los niños de corta edad (entre tres meses) tienen un mayor riesgo de tener fiebre, ya que tienen un sistema inmune más inmaduro por eso aumenta el riesgo de padecer infecciones bacterianas graves, que a través del llanto, cambio de comportamiento, rechazo del alimento entre otros, nos daremos cuenta que nuestro bebé tiene alguna anomalía. Cuando nos alertemos de esta situación la mejor opción será llevarlo al hospital para que sea vigilado y le realicen las pruebas pertinentes. Pero los padres debemos saber que no siempre que aparezca la fiebre debe iniciarse un tratamiento, sino determinar la causa de la fiebre.

Algunos consejos o indicaciones que nuestro pequeño de la casa agradecerá cuando supere los 38ºC será mantenerlo hidratado, administrarle líquidos constantemente (con azúcar preferiblemente, como los zumos), no tenerlo demasiado abrigado, darle un baño templado para que se sienta mejor y ya si nuestro pediatra ve oportuno recetarnos unos antibióticos para el pequeño, suministrárselo siempre que hallamos leído previamente las instrucciones.


Fuentes:


Ángeles Partido Domínguez aporta a este blog sus experiencias, consejos y sabiduría que están a su alcance, ya que es madre desde hace veintidós primaveras.

jueves, 14 de octubre de 2010

Un largo camino




Quiero comenzar este blog explicando la elección del nombre, qué se podrá leer y cuál será la composición del blog a lo largo de estos meses o quien sabe quizás años.

Al principio es difícil elegir cómo se llamará el proyecto de algo, sin embargo “Más allá de nosotros” fue algo rápido y fácil que vino a mi mente. El nombre quiere reflejar que no sólo tenemos que mirar en nosotros cuando estamos enfermos, que no sólo a los adultos nos afectan las enfermedades, sino que debemos mirar más allá de nosotros a esos pequeños seres que habitan en nuestra casa y que nos llaman papá y mamá. A esos que saben cómo y cuándo hacer un puchero y justo al instante se nos cae la baba, sólo ellos los más inocentes saben arrancarnos una sonrisa cuando están sanos y fuertes.

Pero claro no siempre en ellos se refleja una sonrisa picarona por ello vamos a tratar las enfermedades más comunes e importantes que pueden afectar a los niños, desde aquéllas relacionadas con su alimentación o de carácter digestivo, pasando por las dolencias respiratorias o neurológicas, sin olvidar las causadas por accidentes de distinto tipo, para que así exista un hueco de comunicación entre los padres, y éstos puedan ayudar a otros para que así sean capaces de hacerle frente a las enfermedades. Pero también las primeras comidas y consejos para que nuestro bebé crezca fuerte y sano.

En este blog quiero abarcar de alguna forma, el complicado campo de la pediatría, es decir, las enfermedades del niño, desde un punto de vista tanto psicológico como social; enfermedades que pueden adquirir durante el embarazo y la enfermedades genéticas entre otras.

Pero la función más importante de este blog son las recomendaciones, el contacto directo con los padres, las experiencias que los padres viven día a día con su hijo y la dichosa enfermedad, etc