viernes, 26 de noviembre de 2010

Aspiración de un cuerpo extraño

La aspiración de un cuerpo extraño supone el paso de éste a la vía aérea. Sucede porque el niño tiene acceso a productos alimenticios como cacahuetes, caramelos, o juguetes inapropiados para su edad (como globos, silbatos, etc) de una manera no controlada por un adulto.

Los más habitual cuando un cuerpo extraño sea aspirado es que éste sea expulsado al exterior por el reflejo de la tos y que no precise cuidados médicos; pero hay ocasiones en que el objeto puede ser demasiado grande y ocluir la vía respiratoria superior, o que sea demasiado pequeño y se aloje en los bronquios. El niño inicialmente se atraganta, tosiendo para, después, cuando el cuerpo extraño pasa a la vía aérea, empezar con dificultad respiratoria (boca abierta) y respiración ruidosa.

La gravedad depende del lugar donde se aloje el cuerpo extraño:

*Si es localizado en la vía aérea superior, es decir, en la laringe se produce una tos con aparición de afonía posterior y un ruido e incluso sangrado, puede ser mortal en caso de que el cuerpo extraño aspirado sea voluminoso y obstruya por completo la vía aérea.

*Si la localización es más cerca de la tráquea, puede provocar tos, con dificultad respiratoria.


El diagnóstico de una aspiración de un cuerpo extraño lo proporciona, una exploración física y una radiografía de cuello y tórax, aunque no siempre el objeto aspirado se puede visualizar en la radiografía. Cuando el cuerpo extraño es pequeño (por ejemplo un cacahuete) éste puede progresar por el árbol bronquial sin provocar una dificultad respiratoria, pero sí una falta de aireación y una importante predisposición a la infección (neumonía). En estos casos puede ser necesaria la visualización de la vía aérea para demostrar si claramente hay un cuerpo extraño, dónde está localizado y proceder a su retirada.

Cuando el cuerpo no está alojado en la vía aérea inferior, es importante retirarlo de manera urgente, porque puede llegarse a la asfixia cuando no hay suficiente paso de aire en la vía aérea. No se recomienda hacerlo a ciegas, en caso de que no se vea bien el cuerpo extraño o que el niño sea muy pequeño y se ponga más nervioso, porque hay riesgo de hacer que progrese más y producir una obstrucción de la vía aérea mayor.

Si el niño está consciente tosiendo, se le debe animar a toser. Un niño menor de un año se recomienda dar cinco golpes en la espalda y cinco en el tórax, con la presión ejercida, ayudar a expulsar el cuerpo extraño hacia el exterior de la vía aérea. Cuando el niño es mayor se puede llevar a cabo la maniobra de Heimlich, consiste en compresiones, realizadas por debajo del diafragma, en el abdomen, dirigidas hacia arriba. Si el niño está inconsciente ya se precisa el inicio de maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzadas.



Ángeles Partido Domínguez aporta a este blog sus experiencias, consejos y sabiduría que están a su alcance, ya que es madre desde hace veintidós primaveras.



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